Tenía mono de pisar de nuevo la montaña, de respirar aire puro, de escuchar el sonido del agua corriendo por ríos cristalinos o del silencio profundo de los lagos. Necesitaba volver a disfrutar de las mil tonalidades de la flora silvestre, de espiar a pájaros, cabras e incluso jabalíes entre frondosos bosques, también como no, de compartir momentos con otros senderistas. Pero sobre todo necesitaba desconectar de esta jungla de asfalto y del sentimiento de responsabilidad, muchas veces frustrante, que conlleva el cargo político.
He disfrutado, he descansado y he cargado de nuevo las pilas para afrontar esta última etapa, mucho más dura que cualquiera de las rutas que he realizado este verano.
Así por todo esto la primera semilla del curso será una mujer que vive la montaña, que ha coronado 14 ochomiles y a la que "la roja" ha arrebatado el Príncipe de Asturias a los deportes, aunque de ella siempre será el placer de haber disfrutado de las mejores vistas del mundo.
Edurne Pasaban (Tolosa, 1973) no creció pensando que dedicaría su vida a la montaña y sin embargo hoy puede decir orgullosa que es, probablemente, la única española que puede vivir de ella. Este otoño, la tolosarra pone con su nominación como finalista a los premios Príncipe de Asturias un broche de oro a una temporada en la que no sólo ha terminado con éxito su proyecto vital de ser la primera mujer que pisa la cumbre de los 14 ochomiles del planeta, sino también la primera que ha sido capaz de convencer a propios y extraños de que ella tenía razón.
En su Tolosa natal, Edurne comenzó a salir al monte de jovencita, pero no fue hasta que terminó sus estudios de Ingeniería Técnica Industrial y fundó más tarde su propio negocio -un restaurante y alojamiento de turismo rural, 'el Abeletxe'- cuando empezó a enamorarse profundamente de ese sentimiento de vitalidad que le da estar en las montañas.
Empezó a salir al monte con su primo Asier (que en las últimas expediciones ha formado parte de su inseparable equipo), primero en los Pirineos, luego en los Alpes, y poco a poco fue enfrentándose a retos mayores hasta que en 2001 se fue de expedición al Everest, y vino con la cumbre debajo del brazo.
Los 'ochomiles'
Luego vinieron el Makalu, el Cho Oyu, el Lhotse y el Gasherbrum I y II, en los que la española ya participó junto a expediciones de Al Filo... y la lista de ochomiles fue ampliándose hasta que en 2004 la tolosarra se fue junto al equipo de Al Filo al K2. Allí también hizo cumbre, pero la dramática bajada -que le costó serias congelaciones a ella y a Juanito Oiarzábal- la dejó tan tocada que Pasaban pasó luego varios años sumida en una depresión de la que finalmente fueron sus montañas queridas la que también la sacaron.
En 2007 volvió Edurne al Himalaya, ya con un objetivo claro en la cabeza: terminar los 14 ochomiles. Y en 2010, con el Annapurna primero y el Shisha Pangma después, la española lo ha conseguido. Lo hizo apenas unas semanas después de que la surcoreana Oh Eun-Sun lograra lo propio, pero Edurne proclamó a los cuatro vientos desde el primer día que algunas de las cumbres de Miss Oh no eran tales. Meses después, la comunidad internacional alpinista, Miss Hawley y hasta la Federación Coreana de Alpinismo le han dado la razón. Miss Oh no pisó la cumbre del Kangchenjunga, con lo que Edurne es, oficialmente, la primera mujer que ha conseguido ese reto.
Edurne, que este año ha sido galardonada también con la Medalla de Oro para el Deporte por "su magnífico ejemplo de superación", sólo tiene ahora, como las ha tenido siempre, palabras de agradecimiento para todos los que la han acompañado en estos viajes. "Hace nueve años empecé a escalar montañas de ochomil metros y entonces nunca pensé que me dedicaría a terminar los 14. Las cosas en la vida hay que hacerlas poco a poco, a eso me han enseñado en casa, para al final conseguir el objetivo que uno quiere. Hace dos años, cuando ya tenía nueve ochomiles, me planteé terminarlos todos y ahora los tengo en mi mano. Nueve años dedicados a la montaña, en los que he dejado de lado muchas cosas, y he perdido muchos amigos, pero al final merece la pena", explicó.
"Has sido constante, audaz, y todos estamos muy orgullosos de ti. No solo hablo de Edurne como deportista, que es el top del deporte, sino también por tu compromiso social", explicó el Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lisavetzky, al concederle la Medalla. "Has dado un magnífico ejemplo de suepración, de persona que le apetece hacer una cosa, lo intenta y lo hace. Y por eso hay que darte gracias, a ti y a todo tu equipo, proque habéis actuado como equipo", explicó.
Web oficial de Edurne Pasaban: http://www.edurnepasaban.com/
Web oficial de Edurne Pasaban: http://www.edurnepasaban.com/
Formidable mujer.
Merece la pena ensalzar la tenacidad de su esfuerzo.
Espero que tu práctica del senderismo te haya revitalizado para seguir dando la cara.
Besos.