Yo hace tiempo también lo sentía cuando llegaba la primavera. Pero un día las máquinas y las grúas acabaron con los pocos naranjos que quedaban en Paiporta.
Me ha venido a la memoria algo que escribí en L'Encobert hace algún tiempo.
Ya no olerás a azahar en primavera
Con la llegada de la primavera los naranjos se cubren de azahar. Un aroma intenso emana de ellos, invadiendo el aire e impregnando todos nuestros sentidos. Aroma dulce, fresco, limpio, excitante…
Estas sensaciones han quedado atrás. En Paiporta ya no es posible experimentarlas. Nos hemos quedado sin campo, sin huerta, sin historia, sin raíces.
Hace años la esperanza estaba puesta en una casa y en un gran espacio. Villa Amparo.
Villa Amparo es una casa señorial construida a principios del siglo XX y ubicada en el ahora llamado Sector II. Hasta hace bien poco esta casa ha estado rodeada de campos de naranjos. Días atrás las máquinas llegaron y con sus palas arrebataron el azahar de sus tierras. Eran 40.000m² reservados a zona verde que el afán urbanizador del gobierno municipal ha ido reduciendo hasta dejar tan solo 16.000m².
Villa Amparo pudo haberse convertido en un gran parque, el pulmón verde de una población saturada por la construcción. Lo que podría haber sido ya nunca será.
Ahora nuestra mirada está puesta en los escasos metros cuadrados que le han sido indultados y en el aprovechamiento del edificio.
No queremos que conviertan Villa Amparo en una plaza de diseño. Queremos un espacio en el que poder pasear y en el que poder ensuciarnos los zapatos de tierra, un espacio que huela a tierra mojada cuando llueva y a hojas secas en otoño, donde poder escuchar el canto de los pájaros.
Según la información que se ha dado desde el Ayuntamiento, ‘el edificio estará destinado a uso sociocultural’.
Los que hemos sentido el aroma del azahar queremos esto y mucho más. Queremos que lo que aseguran se cumpla de verdad (no como l’Auditori que la mayor parte del tiempo está cerrado y desaprovechado, ni como la sala de Internet del Rajolar que aún estando dirigida a los jóvenes el horario coincide con el escolar).
Villa Amparo debe ser la Casa de la Juventud, la Casa de la Cultura. Un espacio en el que l@s jóvenes puedan reunirse y realizar todo tipo de actividades culturales. Con sala de Internet, Ocioteca, Videoteca, Salas para asociaciones, etc. Incluso podría constar con una asesoría juvenil en la que l@s jóvenes pudieran resolver sus dudas, problemas e inquietudes.
Ligada a la juventud está la cultura. Es en Villa Amparo dónde debería estar la biblioteca. Una biblioteca en la que fomentar la lectura organizando por ejemplo sesiones de grupo en las que poder leer y comentar entre todos algún libro, aunque bueno…. esto ya es cosa de l@s jóvenes, porque ellos y ellas deben ser l@s que decidan que actividades desarrollar en sus instalaciones.
Porque los que alguna vez nos embriagamos de azahar* no queremos que todo se haya perdido.
*Azahar, del árabe al-azahar, que significa flor blanca
Por cierto, es curioso que mañana uno de los puntos del orden del día del pleno sea la declaración del Eucaliptus del barranc como árbol monumental de interés local.
No tiene nada que ver con lo que dices pero aprendí de mi mejor amigo que si no dices lo que te apetece ahora a lo mejor ya no lo dices.
Así que lo digo: "¡Qué bien me caes!"
Y dicho lo dicho te diré que me has recordado desde este monstruoso Madrid cada vez más triste con el PP, y que fue perdiendo por mi zona huertas, olivos e higueras, que en mi cole hace ya unos años alguien cortó un laurel que había en el patio porque quitaba luz a las aulas del segundo piso, pero un extraño destino quiso que una pepita de naranja cayera por debajo de unas escaleras hasta una baldosa rota de abajo y acabara brotando un naranjo imparable. Le hicimos un pequeño alcorque quitándole la baldosa y se abrió paso a través de los peldaños hasta hacerse un hermoso árbol de tronco deformado por la escalera pero de porte acogedor. No tiene mucha luz pero ya van apuntando las flores de azahar que acabarán en frutos que, como siempre, la chavalada se acabará comiendo aunque sea en verde.
Ya ves que divago. Es que a veces tiene uno ganas de charlar a estas horas solitarias.
Salvad lo que queda de esa villa Amparo y a vez para cuando aparece por Paiporta una villa Isabel que deje en quienes pasen el recuerdo de las mejores personas que por allí vais dejando vuestra ilusión y vuestros afanes.
No me hagas mucho caso. Los mayores resecos a veces caemos en un vergonzoso sentimentalismo.
Un montón de besos.
Hoy, he estado paseando por la Gran Via. Olía bien. Olía a azahar
todavía se puede disfrutar de su perfume en algunos tramos de esta avenida. Y el viento se ha convertido en un aliado.
Dicen que el azahar tiene propiedades sedantes; ¿será por eso que los valencianos estamos como adormecidos?. ¿Será por eso que nos dejamos engañar con tanta facilidad?.
Un beso en esencia. En esencia, un beso
jeje...una de cal y otra de arena diría yo: el otro día oponiéndote a que la fiesta de brutos esa del tiro y arrastre fuera de interés turístico y ahora te veo ya defendiendo a ese hermoso árbol que tenemos...esperemos que siempre haya más cosas buenas que defender que horribles barbaridades. Lástima que los naranjos no tuvieran quien los defendiera...era hermosa esa sensación que un día llenaba el aire...
Buenos recuedos de aquel artículo y aquellos días sí...